¿Cómo funciona un respirador burbuja en la lucha contra el coronavirus?
Estos aparatos tienen una manera única de funcionar y elevan las probabilidades de supervivencia de los pacientes en estado critico.
Los médicos italianos que luchan en el frente del coronavirus están usando “respiradores burbuja” para tratar a los pacientes en estado crítico que necesitan asistencia mecánica. Los aparatos – un casco transparente y hermético – han demostrado ser útiles en la asistencia a pacientes en estado crítico. Los ayudan a respirar más fácilmente y mejoran sus posibilidades de supervivencia.
Un respirador tradicional es una máquina que ayuda a respirar llevando oxígeno a los pulmones y eliminando el dióxido de carbono del cuerpo. Por lo general, el ventilador se conecta al paciente a través de una mascarilla, con un tubo que se coloca en la boca o la nariz y baja por la tráquea.
Pero los respiradores burbuja son distintos. Los expertos de la Universidad de Chicago probaron el aparato por primera vez en 2016 y descubrieron que “marcaban una diferencia sustancial” para los pacientes con SDRA, el síndrome de dificultad respiratoria aguda. El síndrome causa la acumulación de líquido en los pulmones, y puede llevar a la muerte.

El estudio, que el equipo de Chicago publicó en la prestigiosa revista de la Asociación Médica Americana, dividió a 83 pacientes en dos grupos. A la mitad se les dio los cascos, mientras que los otros tenían la máscara estándar, atada a su cara y para cubrir su nariz, boca y barbilla.
Después de revisar los datos, los científicos dijeron que las máscaras faciales exponían a los pacientes a “mayores riesgos”. Añadieron que los cascos, que se sellan con un collarín suave y hermético que se envuelve alrededor del cuello, tiene “varias ventajas”.
Una de ellas es que es menos probable que haya fugas, lo que significa que los médicos pueden bombear más aire para los pacientes con dificultades respiratorias. También se descubrió que son más cómodos y permiten a los pacientes ver la televisión, hablar y leer debido a su transparencia.
Pero además, los respiradores con forma de burbuja tienen doble función en medio de la implacable pandemia: al tiempo que bombean oxígeno a los pulmones de los pacientes, también ayudan a prevenir que los pacientes infectados propaguen el virus a través de minúsculas partículas, saliva o moco, que típicamente se propagan



Estas máquinas destinadas a salvar vidas necesitan soplar regularmente: 400 ml de aire enriquecido con oxígeno, de 12 a 15 veces por minuto.